domingo, 28 de junio de 2009

Condesa DF (restaurante)

Condesa DF (restaurante)
Viernes en la tarde por ahí de las 6:47pm buscando plan, porque resulta que tengo mucha sed ¿no? La maldita levedad de la semana me orilla a buscar unas 8 cubas.
Debido a que la mayoría de mis amigos tienen compromisos cuasi maritales me quedan pocas opciones, pero en friega me viene a la mente uno de mis mejores amigos que digamos no ha encontrado aun su media naranja, llamémoslo Lonch, de inmediato me pongo en contacto con él.
-¿Qué pedo lonch donde andas? A lo que me contesta –estoy en el Condesa DF con Jenn y ahorita viene otra amiga (bull sit) en el instante agarro mi camionetita de señora, una X Trail y me lanzo para allá, llego al Condesa DF y el vale parking echando la hueva(típico albañil picándose el hoyo), uno se digna(después de 1 minuto) a recibirme mi camionetita y me dice – Son 50 pesos jefe- a lo que inmediatamente pensé –que te los pague tu pinche madre –(para no echar a perder la velada y armar un desbarajuste, en el cual hubiera repartido hondonadas de ostias, le dije –te los pago a la salida-) al llegar al área de recepción me doy cuenta que no hay ninguna persona que me pueda dar razón de donde se encuentra mi amigo, su galana y la suculenta amiga que me tenía preparada,(según él, porque nunca llego jajajajaja inche tramposo) así que hice uso de mi vista biónica ya que el lugar tiene menos luz que La Mansión de la llorona de Reino Aventura. (Gran lugar)
Ambiente.
Al entrar me doy cuenta de que ahí estaba Martha Higareda. (Apachurro, mojo y no me despeino. Arrorrrrozzzzzzz, quieeeeeeeerooo) El ambiente es joven (entre 20 a 40 años en su mayoría), extrovertido, diverso, puedes encontrar desde el niño bien (zapatito boleado, peinadito pa tras) pasando por el creativo de empresa de publicidad con lentes de pasta y tenis convers, hasta el viajero sueco con peinado de “Mohawk” pintado de rosa. Música bastante buena (Mika, The Killers, Lilly Allen etc.) La decoración esta padre tipo “barrio” algunas de las mesas son confesionarios de iglesia. Un plus para los hombres es que hay señoritas muy guapas.
Vestimenta.
No hay pedo, en serio, puedes ir en falda escocesa, vestido como Luis XlV, también con bombín, bastón capa y monóculo; o normal de jeans, camisa, saquito. Namas que si quieres ligar, vete disfrazado de dueño de agencia de modelos, porque está lleno de ellas.
Servicio.
Para empezar al llegar mis amigos antes, pidieron ser sentados en el área del bar Terraza que está arriba a lo cual le respondieron –lo siento señor esta todo reservado- ¿Cómo jodidos le niegas una mesa a un cliente? ¡Cuando el mismo está viendo que absolutamente ni un cabrón está sentado en toda el área! ¡Eso es de quinta, no lo puedo creer! Hasta un novato sabe que tienes que tener por lo menos el 10% de tu lugar sin reservar para los clientes “Walk in”
Yo llegue un poco después y como ya había mencionado antes no me recibió nadie y la persona que encontré no me pudo dar razón de donde se encontraban sentados mis amigos. Me siento en la mesa y pasaron alrededor de 6 minutos para que un mesero pasara por la mesa (le dicen el cometa Halley al cabrón por que se da una vuelta cada un chingo de años) y yo tuviera que levantar la mano para llamar su atención. Eso sí, trajeron las cubas y la comida en chinga.
El servicio lo califico como poco eficiente, distraído, desobligado hasta cierto punto amable.
Comida y bebida.
En su mayoría la comida es ligera tipo ceviche peruano, taquitos de camaron, ensaladas y pescados, entre otros. (el menú es literal un papel doblado que imprimieron ayer)
Yo me pedí de comer unos taquitos de camarón con guacamole los cuales vienen 4 mitades, ósea 2 tacos con tortilla de harina partidos a la mitad bien presentados, nada del otro mundo la verdad. Las cubas vienen bien servidas con alrededor de 2 onzas de ron, lo que no me gusto es que ya vienen servidas desde la barra y no puestas. No puedo opinar más de la comida ya que el mesero no se volvió a aparecer y no le pude pedir más de comer. Nos tuvimos que ir al Imperial (gran lugar) que está a 3 cuadras de ahí a oír tocar a Sabo Romo (en otra ocasión escribiremos de este gran lugar)
Relación precio vs. Calidad.
Por 4 cubas y unos taquitos de camarón (cuando digo taquitos es literal, taquitos o sea petit, o sea te caben en una muela) $400 pesos mexicanos.
Muy mala
Mala
Regular –esta es mi opción en este caso.
Buena
Muy buena
Excelente
En conclusión yo creo que lo que lo salva es que ves niñas guapas y gente interesante, el ambiente también es factor.
Av. Veracruz #102 colonia Condesa México DF. CP. 06700
Tel: 52-55-52-41-26-00

Por: Ricardo Millonetas ¿Qué me ves guey? (Este es sobrino del pinche viejito gruñón)

jueves, 25 de junio de 2009

Restaurante Atalaya

Esta semana le toco al Atalaya de Pabellón Bosques (antes Altamira) comida española.
Bueno pues, un sábado cualquiera, te levantas medio crudon (crudísimo) tipo no puedes desayunar mucho porque si no vas a visitar a doña blanca, te duermes otro ratito y ya como a la una abres el ojo otra vez ahora si con un hambre de perro y piensas en 237 quesadillas con mucha salsa, pero en eso tu santa madre te dice: vamos a ir a comer al Atalaya y tu dices bueno pues namas un juguito de naranja y un helado de choicolate (el mejor remedio pa la cruda)
Después de asearme y acicalarme Salimos de la casa como a las 2:40pm y en 3 minutos estaba llegando a la glorieta de Pabellón Bosques, el valet parking estaba al tiro pa recibir mi coche ya que ahí es una zona muy conflictiva (ósea es un desmadre con tanto animal al volante). En el instante me recibieron el coche con un servicio amable y eficaz. Al llegar, el Host, un señor muy elegante que lleva ahí siempre, me saludo por mi apellido –Señor Mangino ¿como esta, nada mas dos personas? Lo cual es muy halagador ya que te identifica como individuo único e irrepetible y no como la raza.
En seguida nos pasaron a la mesa, nos dieron la opción de área de fumar o no fumar. Cabe mencionar que hicieron una separación excelente con un sistema de extracción de humo muy eficiente. Yo no fumo pero mi Jefa (Santa Madre) si.

Ambiente.
Al sentarnos estaba a mi alrededor gente como Rafael Lebrija con su familia y Michelle Castro con su Novia entre otras personas. El ambiente es muy familiar pero cabe destacar que no pueden entrar niños menores de 12 años, esto es porque el mercado al que va enfocado este restaurante es gente mayor que quiere tranquilidad y paz por unas horas a la semana y que no le estén corriendo ni pateando las espinillas un niño embarrado de Cátchup en el hociquito (que también es válido pero en el Giacovannis y ya sabes a lo que vas y también la pasas bien, en otra ocasión escribiré sobre este gran restaurante)

Vestimenta.
Entre semana va mucha gente de saco y corbata, pero los fines de semana es casual aunque también de camisa, zapatito boleado y bien peinado. No vayas a ir vestido tipo estudiante de comunicación de la Ibero en su división de pandrosos.

Servicio.
Enseguida (ósea en chinga) se acerca el mesero a ofrecernos de tomar y asi mismo como rayo sale el garrotero con pan y un quesito de entremés, en aproximadamente 1 minuto llegan las bebidas y nos dan la carta.
El servicio lo califico como muy amable, clásico, elegante, profesional y muy eficiente ya que se esmeran mucho por anticiparse a lo que el comensal quiere y no cruzan la raya insistentes al grado de incomodar, si no que sin notar al mesero tienes todo lo que quieres en tu mesa en poco tiempo.

Comida y bebida.
Mi naranjada traia mucho jarabe entonces la cambie, las cubas vienen bien servidas 2 onzas y media aproximadamente.
Su carta de vinos es variada y bien seleccionada, muchos vinos españoles con una relación precio calidad excelente.
Para empezar te traen quesito manchego nacional y unas croquetas de la casa, me raya esta idea ya que es un valor agregado que hace que regrese el comensal.
Pedimos a parte un queso manchego español muy bueno y de plato fuerte mi mama pidió una ensalada capresse que viene con mozzarella, queso de cabra, aguacate y jitomate, todo esto con un aderezo de albahaca (que por cierto el que cree que se dice albahacarrrrr es un naco)
Yo pedí un “Chemita” que venía exactamente en el término que lo pedí, con cebollita frita y puré de papa.
Cuando termine, el servicio entra en acción y en un segundo ya tienes la mesa limpia la carta de postres, digestivos y cafés.
Yo pedí un pacharán, un pastel de tres leches al centro muuuy bueno y un express.
En mi opinión la comida sin llegar a ser espectacular es muy buena y ya sabes que lo que te van a dar es garantía de que te va a gustar, no tienes que ir a experimentar con esas jaladas de restaurantes que disque sirven comida molecular y aparte te van a arrancar un brazo y un ojo en la cuenta.

$700 pesos mexicanos aprox.

En mi tabla de relación precio vs. Calidad va de.
Muy mala
Mala
Regular
Buena
Muy buena – Esta es mi opción en este caso.
Excelente

Por: Agapito Lopez Caste




Restaurant Atalaya S.A.
Plaza Pabellón Bosques, Locales 20-221813 Bosque de la Reforma, Lomas de Vista Hermosa, Distrito Federal 05100, Mexico
01 55 5259 3636‎
01 55 5259 2423‎ - Fax