lunes, 10 de agosto de 2009

Rivoli

Rivoli.
Sabadito soleado, te da un poco de hambre y dices: voy a ir a echar una comidita, pero ¿A dónde? Pues esta vez decidí ir al Rivoli de Arcos Bosques, al salir a la calle oh maravilla, no hay trafico ni gente, pocas veces podemos disfrutar así la ciudad, gracias a Dios todos se fueron a aperrar a Acapulco. Al llegar al centro comercial te preguntas ¿Cuál pinche crisis? Ya que es uno de los mas exclusivos que hay en México y estaba lleno.

Al entrar al restaurante esta la Hostess muy elegante y bien presentada para encaminarte a la mesa, nosotros decidimos sentarnos en la terraza que esta agustisimo. Las mesas estas muy bien vestidas y montadas, al sentarnos ya teníamos a uno de los capitanes y a el mesero dándonos la bienvenida.

Ambiente.
Bueno pues, sábados y domingos es en su mayoría familiar aunque te encuentras a dos o tres “Douchbags” (este término es un anglicismo que quiere decir “comemierda”) ¿pero que es un douchbag? A continuación una breve descripción. Típico ente social obsesionado con sí mismo y su apariencia, aficionado a salir en las revistas del corazón,su meta es tener toda posesión material de moda ya sea coches, ropa accesorios etc. Gusta de posar en las fotos haciendo señales como la del “Rock “sacando la lengua. En el caso de tener pareja, tiende a pasearla como si fuera trofeo y usa palabras como: que loco gueeee, papa, mi rey, a los meseros los llama “gallo” y sus conversaciones se limitan a hablar de lo padrísimo que la pasaron en playa mamitas, pidiendo botellas de champaña al por mayor. (si tienes uno de estos síntomas no te alarmes, tienes que tener todos)

Entre semana gran parte de su mercado es ejecutivo, ósea mucho picudo de las empresas aledañas hablando de millones, o ejecutivos que llevan a sus clientes ahí y luego en la noche al “Table dance” para cerrar el “Deal”. La decoración es muy francesa con muchas maderas, contrasta lo obscuro que es el restaurante a dentro con lo luminoso que es la terraza. La música es buena con discos de jazz y boza nova pero con canciones de Miguel Bose y en fin de semana hay un pianista tocando en vivo que toca a ratos, muy a gusto.

Vestimenta.
Si estas interesado en ser un “Douchbag” puedes ir los fines de semana de jeans Armani, zapato Ferragamo, camiseta blanca en con cuello en “V” para mostrar pelo en pecho, un rosario en el cuello a manera de accesorio, lentes de aviador y peinado como los Jonás Brothers. Si no, pues vete de jeans y camisa nada más. Entre semana sería bueno que si tienes una comida de negocios o quieres llevar a algún cliente, lo hagas ahí, en ese caso te recomiendo que te vayas de traje o pantalón de vestir y camisa fajada. Elegante/casual.

Servicio.
Yo lo califico de personalizado, extremadamente atento, muy profesional, eficiente, clásico y elegante. Aun que en algunas ocasiones bastante invasivo ya tirándole a “ya no me estés chingando por favor, déjame platicar a gusto con la gente de mi mesa” yo aconsejaría que pasen un poco mas desapercibidos los meseros.

Los tiempos entre plato y plato son perfectos al igual que lo que tardan en traer las bebidas. Otra cosa que no me gusto es que apenas me estaba sentando y ya me habían puesto en frente la pata de jabugo y me estaban ofreciendo la langosta y champagne, como que da la impresión de que te quieren ensartar con lo más caro.

Comida y bebida.
La cocina yo la clasificaría como europea occidental ya que en su mayoría son platillos franceses, italianos y españoles los cuales requieren habilidades muy técnicas del chef (ósea bien estudiadito el cabrón). Para empezar te traen un pate de foie de la casa con un culis de fresa bastante bueno (insisto que es un gran acierto dar ese tipo de valor agregado), después pedimos unos espárragos empanizados con queso parmesano reggiano los cuales vienen con una salsa holandesa muy bien emulsionada y sazonada. En el primer tiempo me fui por la clásica sopa de cebolla que aunque no crean tiene su chiste, en este caso la cebolla estaba bien caramelizada sin llegar a estar quemada y el secreto es el caldo con el que la hacen, se ve que se tomaron su tiempo para caramelizar los huesos, freír el “mirepoix” y reducirlo bien para concentrar los sabores. Muy bien servida con bastante queso gruyere y su cruton.

De plato fuerte me comí un risotto cremoso con camarones, estaba al dente sin llegar a estar crudo, los camarones abiertos en mariposa lo cual se agradece por que así te das cuenta de que los limpian, estaba bueno a secas, técnicamente estaba a toda madre pero le falta un no sé qué, que, que se yo.

Para rematar me pedí un café expreso y un pacharán en las rocas. Qué bueno es el pacharán ¿no? Entre otros platillos les recomiendo la pasta Alfredo que viene en una canasta de parmesano (como un chicharrón de queso pero “nice” y burgues)

La carta de vinos ahí si mis respetos, excelentemente seleccionada con vinos franceses, italianos, argentinos, chilenos, neo zelandeses mexicanos, entre otros, puedes pedir desde un Chateau Haut-Brion (Burdeos) pasando por un Vega Sicilia Único (Ribera Del Duero). Bueno, digo puedes si es que te alcanza o eres Bill Gates, pero si no pues te puedes pedir algún vino mexicano De Hugo D’ Acosta, o un malbec argentino que hay varios de muy buena relación precio VS calidad.

Relación Precio VS Calidad.
En realidad te puede salir tan caro como quieras porque hay botellas de vino hasta de 37 mil quinientos pesos mexicanos y platillos como el abulón y el jabugo que rebasan los$ 400 pesos mexicanos por 100 gramos. En mi caso por 2 personas pagamos $800 pesos mexicanos más 15% de propina
Muy malo
Malo
Regular---20%
Bueno----80%
Muy bueno
Excelente

Por: Yomero

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